Universidad Sí ha publicado recientemente una serie de artículos que analizan las peculiaridades metodológicas de algunos de los rankings universitarios internacionales más conocidos.

Así, Julio del Corral Cuervo y Carmen Pérez Esparrells en su artículo del 15 de noviembre titulado ¿Cómo mejorar los resultados de las universidades españolas en el ranking de Shanghái? exponen que los resultados obtenidos mediante la aplicación de la metodología del ranking de Shanghái ARWU tienen un claro sesgo hacia las potencias universitarias con capacidad de contratar, y retener, algún Premio Nobel o Medalla Fields en su plantilla, así como dar preponderancia a las publicaciones en Nature y Science en detrimento de otras áreas del conocimiento y/o publicaciones científicas.

A la semana siguiente, en un interesante artículo titulado El «ranking» THE-WUR para España: ¿resultados increíbles? los mismos autores critican la falta de objetividad del ranking THE WUR desde el momento en el que más de un tercio de la valoración final recae en un elemento de juicio no objetivo y además emitido por un colectivo desconocido de personas, la famosa encuesta de reputación. En el artículo, además, se evidencia la tendencia creciente de universidades asiáticas presentes en el ranking en algunos tramos significativos.

En su tercer artículo en esta serie, El llamado «ranking» de Stanford o las joyas de la corona (II) analiza el listado de investigadores mundialmente destacados y el crecimiento de China como potencia científico universitaria, que habría ya desbancado a Estados Unidos si se favoreciera en el ranking los resultados obtenidos desde 2015. Además, anticipa un escenario de competición entre instituciones por captar el talento senior de cara a «garantizarse» un mejor resultado.

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